Esta metodología aprobada por la CNV tendrá por objetivo evaluar que las emisiones se dirijan a la obtención de financiación para Proyectos Verdes (PV), que puedan ser elegibles como BV de acuerdo con las categorías de proyectos contenidos en los Principios de los Bonos Verdes (Green Bond Principles) y su impacto ambiental positivo.
Se etiquetan como bonos verdes aquellos instrumentos financieros que permiten recaudar fondos a ser aplicados, exclusivamente, a financiar o refinanciar en parte o en su totalidad, proyectos que sean nuevos o existentes con el potencial de producir efectos medioambientales positivos, de acuerdo con la definición de la Asociación Internacional de Mercado de Capitales (ICMA).
Se asignarán niveles o escalas a los instrumentos emitidos, lo que permitirá a los inversores determinar que los fondos serán destinados a financiar las iniciativas con impacto ambiental positivo, como energías renovables, eficiencia energética, prevención y el control de la contaminación y gestión sostenible de los recursos naturales y el uso de la tierra.
Martín Dapelo, Coordinador del Comité de Financiamiento de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) valoró la novedad.
«Es fundamental el involucramiento del sector financiero ya que se estima que a nivel mundial se necesitan entre 5 y 7 billones de dólares anuales para financiar la Agenda 2030, y actualmente solo se están destinando unos 3 billones. Esto significa que falta mucho por hacer y que también falta impulso para desarrollar proyectos de impacto».
Dapelo agrega que «a finales de 2020, por primera vez en la historia, una reconocida consultora de Wall Street reconoció al Cambio Climático como uno de los principales riesgos para determinados activos, los cuales deben realizar una transición hacia proyectos sustentables».
Siguiendo la idea el especialista de CADER plantea que «el camino hacia un sistema financiero sostenible se construye con el aporte de todos los actores involucrados. Es por ello que, fomentar el surgimiento de Inversores Socialmente Responsables a través de difusión de estrategias de inversión responsable, se convierte en un paso esencial en este proceso».
Así entiende que «los Bonos Sociales, Verdes y Sustentables (BSVS) son una contribución relevante para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (“ODS”) y una forma de consolidar portafolios de inversión estables».
Considera que «son una forma efectiva de movilizar capital privado hacia los sectores prioritarios de Argentina, razón por la cual resulta necesario continuar impulsando no sólo la existencia de este tipo de instrumentos financieros en el mercado local, sino también, la canalización del capital privado hacia ellos».
Para Dapelo «trabajar sobre la emisión de los Bonos SVS tanto para PyMEs como para grandes proyectos abre una nueva gran posibilidad para el avance de las energías renovables en Argentina, donde ya hemos tenido casos de éxito de Bonos Verdes, pero sin dudas esta nueva guía de la CNV facilitará y acelerará el proceso».
«Desde el Comité de Financiamiento de CADER estamos trabajando en buscar nuevas oportunidades para la financiación de proyectos y en esa línea estaremos colaborando tanto con la CNV, como con el Protocolo de Finanzas Sostenibles conformado por 21 bancos de la Argentina», concluyó.
Fuente: Energía Estratégica