El objetivo de lograr emisiones netas cero en 2050 implica transformaciones en el cómo se produce, transporta y usa la energía a nivel mundial.
El informe de la AIE, publicado en colaboración con el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, destaca la importancia de la financiación privada pero añade que la acción internacional y los fondos públicos tendrán que actuar como catalizadores.
“A nivel mundial no falta dinero pero no va a parar donde más se necesita”, concluye Birol. “Los gobiernos deben dar a las instituciones financieras internacionales un mandato estratégico para financiar las transiciones energéticas en los países en desarrollo”.
FUENTE: ámbito