Lo sostuvo el titular de la consultora ElyS S.A., especializada en servicios energéticos. Aunque remarcó que su costo de producción es elevado.
El Gobierno anunció este lunes que la Argentina recibirá una inversión de $8.400 M a través de la firma australiana Fortescue para producir hidrógeno verde en la Patagonia. Ocurrió en el marco de la cumbre sobre cambio climático COP26 que se lleva a cabo en Glasgow, Escocia. Para comprender qué es y para qué sirve el hidrógeno verde, Base de Datos (Radio Meridiano, de lunes a viernes de 10 a 12) dialogó con Alberto Rosandi, titular de la consultora especializada en servicios energéticos ElyS S.A.
– ¿De qué trata esto del hidrógeno verde?
– El hidrógeno es el elemento químico más simple que podés encontrar en la tierra. De hecho, todos lo conocemos cuando vemos la famosa fórmula H2O del agua. Y cuando hablamos de hidrógeno, es su captura y la posibilidad de ser utilizado. Y se llama verde porque su extracción, su síntesis, se hace de energías renovables, que pueden provenir de la energía eólica o de la fotovoltáica. Se hace una electrólisis, es decir, una cuba con agua con dos electrodos (uno tiene un potencial positivo y uno negativo), y de esa manera se separa el oxígeno del hidrógeno y ahí tenemos hidrógeno para poder utilizarlo en diferentes requerimientos productivos.
– Esta fórmula de generar combustión a partir de hidrógeno no es nueva. De hecho, existió en los primeros motores antes de que se impusiera el derivado del petróleo como combustible universal.
– Exactamente. En 1987, la Comisión Nacional de Energía Atómica había comenzado a trabajar y teníamos nuestro primer auto que funcionaba a hidrógeno (Ford Fairlane 500). Ya en esa época nosotros estábamos en el marco del desarrollo de hidrógeno. Había un profesor muy reconocido, Daniel Pasquevich, del Instituto de Energía y Desarrollo Sostenible de la Comisión Nacional, que se dedicaba a estos estudios y a su investigación. Argentina tiene ya un avance importante en lo que respecta a tecnologías de hidrógeno.
– ¿Qué desarrollo hay hasta ahora de mercados de equipos que se hagan en base al consumo de este hidrógeno verde y cuán sostenible puede llegar a ser en el tiempo?
– Esto entra dentro de lo que yo denomino política energética. Tenemos que ser como país más amigables con el medio ambiente. Hay recursos fósiles pero, principalmente, el carbón y el petróleo pesado ya estarían dejándose de utilizar por su gradiente de impacto ambiental. Entonces, cada país va adecuando su modalidad a un elemento que se denomina transición energética. Es decir, cómo vamos a pasar en la economía energética del combustible fósil de alta contaminación a un combustible mucho más verde, más limpio, y que nos permita tener la potencialidad de disponibilidad y de poder hacer negocios.
Argentina tiene enormes posibilidades por la calidad de su viento, por la calidad geográfica y también por la disponibilidad de sol. Esto nos habilita a poder trabajar con tecnología renovable, cuyo precio fue cayendo fuertemente en los últimos diez años, y es lo que permitiría en alguna medida poder acceder a este tipo de tecnología. Ahora, si vos me preguntás la magnitud de esta inversión que se está promoviendo, a mí me impacta y me lleva a otro ámbito. Pero lo que te tengo que decir es que el país ya estaba trabajando en esto, el país ya tenía algunos desarrollos empresariales en relación a la producción de hidrógeno.
Hay una empresa que se denomina Capex y trabaja en la parte de generación, siendo muy eficiente. Captura de boca de pozo los gases y a partir de ahí produce energía. Capex, en materia de sustentabilidad, inició en el 2006 un proyecto que incluía un parque eólico y una planta de producción de hidrógeno. Producía 120 metros cúbicos de hidrógeno por hora. Realmente, la capacidad era interesante, aunque pequeña en relación a lo que estamos hablando, pero está la oportunidad de mercado. El hidrógeno no es solamente para combustible, se usa de distintas maneras, con distintas tecnologías y para distintos productos.
– ¿Qué hay acerca de los residuos de la producción de hidrógeno verde?
– El residuo de la industria es agua. Si yo tengo la posibilidad de cargar hidrógeno en una celda para convertir electricidad o para la carga de vehículo, el residuo es agua y se reutiliza. De los elementos de la cadena de valor de hidrógeno, la electrólisis te permite la conversión electroquímica a nivel de electricidad con las celdas de combustible y la conversión termoquímica para producir calor a niveles industriales. En la parte química, no nos olvidemos que esto genera combustible sintético o elementos que enriquecen en alguna medida los procesos productivos agropecuarios.
En realidad, es muy bueno. ¿Por qué no se empezó a usar antes? El costo es elevado para poder producir hidrógeno y recién ahora se están dando los primeros atisbos a nivel mundial porque ha decaído el valor de la tecnología limpia para producir esta energía. Pero tiene una potencialidad de mercado enorme, centralizado en tres países que son grandes consumidores: Japón, China y el Mercado Común Europeo. Esto va camino a ir desarrollándose, aunque no sé si la magnitud de lo que están hablando corresponde al estado de situación actual. Es un proyecto de largo alcance, no es que mañana estamos exportando hidrógeno.
Fuente: Punto Biz