El gobierno nacional quiere acelerar el tratamiento del régimen de promoción a las inversiones petroleras. Los nuevos interlocutores
En el distrito de Arabela Carreras, no obstante, queda pendiente, escrutinio definitivo mediante, la pelea voto a voto entre Aníbal Tortoriello (JxC) y Ana Inés Marks (FdT), una banca que podría inclinar la balanza en la cámara baja.
Estos nombres serán los nuevos interlocutores en la legislatura con relación a este proyecto de ley, que viene con retrasos. Si se hilara fino, la primera vez que se habló fue en marzo de 2020, antes de decretarse la pandemia y los confinamientos, en la apertura de sesiones. Después, el escenario quedó completamente empantanado y cada vez que Nación dada una explicación, Neuquén la rechazaba.
Con Jorge Sapag en escena, el ex gobernador neuquino y uno de los promotores de Vaca Muerta, la ley tuvo otra voz crítica. Al gobierno nacional no le alcanza ya con tener de su lado al sindicato petrolero, tanto al histórico Guillermo Pereyra como al electo Marcelo Rucci, organización que considera a esta ley como “la última oportunidad” para lograr el desarrollo pleno del shale neuquino.
Y Neuquén no es solamente Sapag y Gutiérrez, es también la presidencia de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), el grupo de diez provincias argentinas que tienen yacimientos en explotación comercial. El director ejecutivo es nada menos que el ministro de Energía neuquino, Alejandro Monteiro.
Con el quórum a favor, el proyecto de ley estuvo con idas y vueltas, pareciendo indicar que no llega a pasar por las comisiones antes del 10 de diciembre. Con la nueva configuración del Congreso, la iniciativa tiene más obstáculos que atravesar. La peor consecuencia: le suma incertidumbre a la industria en un país al que ya le sobran problemas macroeconómicos.
Fuente: LM NEUQUEN