La deforestación y las emisiones derivadas del uso de energía proveniente del petróleo generan una alta concentración de CO2 con fuerte impacto en el calentamiento global. Con esta premisa básica, que tanto empresas como consumidores conocen, es que las compañías planifican distintas iniciativas para evitarlo.
Pero, ¿qué pasa cuando evitar las emisiones no es posible del todo? La compensación viene siendo, hoy en día, el concepto que más aceptación social genera.
Cuando se habla de compensar se hace referencia, básicamente, a solventar algún tipo de proyecto que, por su aporte al ambiente, compense las emisiones generadas. Generalmente. los proyectos de compensación consisten en el desarrollo de energías limpias, que vayan reemplazando a los combustibles fósiles.
También existen otros de protección de bosques con el objetivo de prevenir la deforestación, actividades de reforestación de ciertas zonas protegidas, entre otros.
La novedad es que, si bien hasta hace unos años el concepto de compensar implicaba un compromiso de inversión importante y solo grandes empresas podían sumarse, actualmente existen nuevas propuestas que, por sus características, hacen posible la compensación de pequeñas emisiones y atraen el interés de mediana y pequeñas compañías y hasta, incluso, de personas en forma particular.
Localmente, The Carbon Sink es la primera empresa que gestiona las compensaciones de Pymes. Federico Falcón, representante de la misma, explica que “desde hace unos tres años advertimos el interés de muchas pequeñas y medianas organizaciones de distintas industrias en este tema, que necesitaban alguna herramienta para medir su huella y poder compensarla”.
En este sentido, Falcón resalta que el diferencial de la iniciativa que lidera está en “democratizar el acceso a la medición y la compensación, algo que solo podían hacer las empresas grandes, y ahora las Pymes y hasta los individuos pueden hacerlo”.
Estas compensaciones se realizan a través de proyectos e iniciativas que otorgan créditos certificados. Lo que garantiza cada certificación es la cantidad de dióxido de carbono capturada en un período de tiempo, algo que permite a las compañías tener un registro del porcentaje de sus emisiones compensadas.
¿CÓMO FUNCIONA EL MODELO DE COMPENSACIÓN?
Existen en el mundo distintos proyectos y dependiendo de la cantidad de emisiones que tenga la empresa, deberá evaluar en qué envergadura de proyecto necesita sumarse.
En cuanto a los actores involucrados se encuentran, por un lado, las compañías interesadas en compensar y, por otro, los proyectos que compensan. Entre ambos, las instituciones que gestionan, como es el caso de The Carbok Sink, que actualmente ofrece alrededor de cinco proyectos en distintos países, lo cual ofrece a la firma interesada la posibilidad de compensar en su mismo mercado.
A nivel internacional, otro rol importante está en manos de las empresas que no solo gestionan, diseñan y operan, sino que, además, son dueñas de algunos proyectos que comercializan por segmentos para brindar oportunidad a organizaciones o personas que necesitan compensar pequeñas cantidades de emisión.
Este es el caso de GMF, empresa internacional que participa en la sociedad de The Carbon Sink. Su CEO, Fátima Corbi, define: “en GMF somos la solución en carbono forestal. Uno de nuestros proyectos está en The Carbok Sink, que es el de Corredor de los Cerros”.
Todos sus proyectos, explica Corbi, son de largo plazo, a 20 años, y son los que eligen las empresas con foco en sus compromisos de compensación a 2030 o 2050.
Luego están las pequeñas empresas que no requieren de un proyecto desarrollado para ellas mismas porque compensan solo 2, 10 o 30 toneladas. Entonces, lo que hacen es participar en algunos proyectos propios de GMF. En el caso de los proyectos más grandes, como el de Santo Domingo, en Corrientes, el campo de 3400 hectáreas tiene plantados 2400 hectáreas de especies nativas y calcula un potencial de 460.000 toneladas de CO2. “La compensación se va dando a medida en que el proyecto va avanzando, por eso nuestro diferencial es el concepto de adicionalidad: calculamos el carbono que el proyecto captura, sabiendo que si este no existiera, esa cantidad de CO2 no se compensaría”, remarca la experta.
MEDIR, REDUCIR… FINALMENTE COMPENSAR
“Producto del desarrollo de las empresas siempre hay emisiones y el primer paso para reducir, determinar, hacer una radiografía, ver qué se puede mejorar. La contabilización inicial da un diagnóstico. Luego entonces podemos pensar en reducir para alcanzar la neutralidad del carbono”, así resume el panorama Fátima Corbi y destaca esta idea de que lo primero es determinar acciones que pueda implementar la empresa para reducir al máximo sus emisiones.
Ese sería, coinciden los expertos, el punto crítico de eficiencia y así lo entienden las Pymes que ya son parte de algunos proyectos locales e internacionales como es el caso de Keko, empresa de alquiler de vehículos que nació con una premisa de ahorro de consumo ligado al transporte.
Sus representantes explican que “sabemos que para seguir bajando las emisiones en nuestro rubro lo ideal es que ingresen cada vez más vehículos eléctricos, pero hasta que eso suceda no quisimos cerrar los ojos a la huella que generamos y fuimos a buscar cómo repararla. Nuestros cálculos nos indicaron que debemos compensar 36 toneladas”. Además, agregan que “los vehículos nuevos consumen menos y así reducen las emisiones. Cuidamos cada detalle que está dentro de nuestras posibilidades en las operaciones de todos los días”.
Concretamente Keko se sumó a través de The Carbon Sink al proyecto de Corredor de los cedros, en Jujuy, y otro en Colombia de Cordillera Central que también es forestal. “Elegimos el proyecto forestal porque vemos la compensación más rápida que si hubiésemos adquirido un bono de energía. Buscamos mucha información antes de hacerlo y llegamos a la conclusión de que para nuestra misión estos eran nuestros proyectos más importantes”, resumen desde Keko.
Zafrán es otra Pyme que se sumó a realizar mediciones de su huella de carbono y comenzó un plan de compensación de carbono con eje en la regeneración. Por un lado, instalaron paneles fotovoltaicos en su planta de elaboración y, por el otro, iniciaron un proyecto de agrofloresta, una técnica de plantación de bosques enteros (no árboles aislados) basada en la imitación de la naturaleza. En agosto concretaron su primer proyecto, un bosque de alimentos de 700 m2 en un predio de la Asociación Civil Granja Andar, ubicada en Moreno, provincia de Buenos Aires.
LAS GRANDES EMPRESAS SE TRANSFORMAN
Mientras que las Pymes llevan en su ADN la característica del compromiso y la visión sustentable, las grandes industrias y los distintos sectores económicos transforman sus procesos de trabajo para atender al tema medioambiental que ya no es una opción sino una necesidad.
Desde Cervecería y Maltería Quilmes, por ejemplo, explican que, además de la medición periódica de su huella de carbono, “contribuimos a la disminución de gases de efecto invernadero y nos planteamos lograr que el 100% de la energía eléctrica utilizada para la elaboración de nuestros productos provenga de fuentes renovables y reducir un 25% de las emisiones de carbono en toda nuestra cadena de valor, para transformar la matriz energética de Argentina”.
Para alcanzarlo, la empresa firmó un contrato con Central Puerto para la compra del 100% de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, por u$s 283 millones en un plazo de 20 años y puso en marcha desde 2020 el Parque Eólico Budweiser que cuenta con 21 molinos de viento que abastecen a 10 cervecerías y plantas de gaseosa, dos malterías y una fábrica de tapas corona, que en conjunto consumen tanta energía como 69.000 casas en un año. “La meta es permitir reducir en un 25% las emisiones de CO2 de Cervecería y Maltería Quilmes, el equivalente a retirar de las ciudades 500.000 autos”, resaltan desde la empresa.
En la misma línea, Banco Galicia anunció que se convirtió en una empresa carbono neutral al lograr compensar el 100% de su huella de carbono de la siguiente forma: el 60% de las 20.835 toneladas de CO2 que la empresa emite al año se compensaron con Fundación Banco de Bosques a través de dos proyectos de conservación del bosque nativo en Misiones y el 40% restante las compensó con 8.334 Certificados de Reducción de Emisiones (CERs) generados por parques eólicos de Genneia en Rawson, Chubut. La medición de huella de carbono de Banco Galicia sigue el Greenhouse Gas Protocol (GHG) y la norma ISO 14.064 que permite llevar un inventario de sus emisiones.
Globant es otra de las compañías que comunicó recientemente el alcance de la compensación total de sus emisiones a través de un compromiso con proyectos regenerativos alrededor del mundo. La empresa, que empezó su ruta hacia las emisiones Net-Zero en 2020 cuando pasó a ser
100% energía renovable, este año se sumó al “Business Ambition for 1.5°C” de la iniciativa Science Based Targets (SBT), un movimiento global de Race to Zero. Y la idea es llevar este trabajo a nivel global en los 18 países donde opera y a través de su reporte de sustentabilidad el compromiso está puesto en acompañar al objetivo de reducción del 50% de las emisiones para el 2030. Para eso, gestiona proyectos propios en Colombia, Perú, US, Romania e India.
“Lograr la neutralidad de carbono es una meta muy importante, pero esa misma neutralidad estará acompañada por objetivos a largo plazo basados en la ciencia para alcanzar gradualmente un modelo mejorado para la descarbonización”, remarcó Francisco Michref, Government Affairs & Sustainability director en Globant.
La construcción, otra de las grandes industrias contaminantes, empieza a asomarse poco a poco al compromiso con el impacto ambiental y de la mano de empresas como Ecosan van creciendo nuevas prácticas que reducen el impacto y los consumos, haciendo más eficientes las estructuras construidas.
Una de las premisas de la empresa es “controlar el consumo de los recursos no renovables, los efluentes líquidos y la correcta gestión de los residuos” y para eso la empresa certificó la ISO 14.001 sobre medioambiente y licitó en UNOPS, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, para convertirse en una de las primeras empresas del sector en construir unidades hospitalarias de bajo impacto ambiental y máxima calidad y vida útil de sus materiales.
FUENTE: ámbito