Los precios de la energía se disparan en Europa por el aumento de la demanda a medida que se acerca el clima frío, un incremento que también alimenta la inflación.
Este año, el gas europeo subió más de 600%. El contrato de gas de referencia de la región subió este lunes hasta 8,8% y cerró en un nuevo récord. Mientras que la energía eléctrica de Alemania avanzó 5,7% a un récord de 256,25 euros el megavatio-hora. Y el contrato francés saltó 9% a un nuevo máximo histórico.
A la poca disponibilidad del gas en Europa, se le suman las demoras para despachar buques con GNL desde Asia y la falta de fuertes vientos. Todo indica que se avecinan masivos cortes de luz. Mientras en Argentina crece la producción y exportación de petróleo y gas.
La electricidad a corto plazo también aumentó, junto con el costo de utilizar otras fuentes de energía. En Francia, subió este lunes a su nivel más alto desde 2009 en una subasta, mientras que el contrato alemán se disparó al más alto registrado. Los permisos de emisión de carbono aumentaron 8,3% a 79,38 euros la tonelada.
Jeremy Weir, director ejecutivo del comerciante de productos básicos Trafigura Group, advirtió el mes pasado que “Europa podría experimentar apagones continuos en caso de un invierno frío”.
Eso fue antes de que Electricite de France dijera que estaba deteniendo los reactores que representaban 10% de la capacidad nuclear de la nación, dejando a la región a merced del clima en pleno invierno en enero y febrero, recordó la agencia Bloomberg.
Con los cortes de energía nuclear, los productores de electricidad tendrán que usar más gas. En esa misma línea, el aumento de los precios alimenta la inflación, que se suma a la propagación de la variante del virus Ómicron justo antes de la temporada navideña.
Las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania también podrían empeorar las cosas, con una posible invasión que probablemente haga subir los precios aún más. Además, Rusia planea que los flujos de gas a Alemania a través del gasoducto clave Yamal-Europa permanezcan limitados y se utilicen sólo parcialmente en enero, que podría obligar a Europa a depender de sus ya débiles inventarios -están en 60%, un mínimo histórico para esta época del año.
No se vislumbra ningún alivio para la tensión del mercado ya que se espera que las temperaturas se mantengan por debajo de los niveles normales en el Reino Unido, Dinamarca y el norte de Alemania.
Si bien los comerciantes esperan que el gas natural licuado pueda ayudar hasta cierto punto, debido a la menor demanda en Asia, los desvíos de carga llevarán tiempo y es poco probable que el aumento de las llegadas a los puertos europeos se produzca antes de enero.
Mientras tanto, se espera que la energía eólica se mantenga baja en Alemania hasta el 23 de diciembre. Mientras que en Francia y Gran Bretaña se prevé que la generación disminuya el martes, que provocará más problemas de suministro.
Por último, se pronostica que las temperaturas caerán por debajo de cero grados centígrados en varias capitales europeas. Una disminución que afectará a las redes eléctricas que ya hacen frente a bajas velocidades del viento y graves cortes nucleares en Francia.
FUENTE: ámbito