La UIA se ofreció a conformar una mesa conjunta con el Gobierno para analizar los cuellos de botella que surjan; el reclamo surgió en la presentación del “Libro Blanco”, un conjunto de propuestas para el desarrollo del sector
La Unión Industrial Argentina (UIA) le pedirá al Gobierno generar una “mesa de análisis” para administrar los problemas energéticos que puedan generarse en la temporada invernal en procura de evitar que el sector corra el riesgo de volver a enfrentar, como en años pasados, restricciones de abastecimiento no programadas que afecten su capacidad productiva.
Así lo adelantó hoy Daniel Funes de Rioja, presidente de esa entidad fabril, en un contacto con la prensa para anunciar la conclusión del denominado “Libro Blanco”, un documento de propuestas para un desarrollo productivo federal, sustentable e inclusivo al que esa entidad se lanzó a dar forma y recopilar desde junio del año pasado en procura de lograr que “la recuperación que tuvo la economía en el 2021 se afiance y transforme en crecimiento”, según describió someramente su secretario, Miguel Ángel Rodríguez.
La propuesta de sumarse a una mesa para administrar la previsible crisis energética refleja la inquietud que gana al sector frente a los problemas que el Gobierno enfrenta para asegurar un nivel de importaciones que permita asegurar el correcto abastecimiento de la demanda general de energía en los meses que vienen, algo agravado por las restricciones de oferta derivadas de la pandemia y el impacto que la invasión rusa a Ucrania muestra en los precios internacionales de los combustibles.
“El invierno asoma complicado”, concedió el jefe de los industriales al respecto, antes de anticipar la novedad.
De hecho, fue uno de los tantos temas de coyuntura que se impusieron en la presentación de los directivos industriales, lo que incluyeron repasos sobre el rebrote inflacionario, la posibilidad que se amplíen los denominados “acuerdos de precios”, el impacto de la suba del costo de vida en las negociaciones paritarias y las limitaciones para importar que derivan de la crítica situación de las reservas.
Funes de Rioja consideró positivo que el presidente Fernández haya anunciado un “guerra” contra la inflación. “Estamos de acuerdo que es un tema que hay que enfrentar. Es complejo porque, como dice el Gobierno, es multicausal. Por caso tenemos un problema con los costos logísticos y habría que buscar la forma de bajar carga impositiva sobre los alimentos, al menos con sistemas que aseguren el reintegro de esos impuestos a los sectores más vulnerables”, sostuvo.
Admitió además que esperan alguna convocatoria oficial para revisar acuerdos de precios y vaticinó que las paritarias van a ir encontrando la manera de evitar que la aceleración de la inflación golpee fuerte a los salarios. “Ya se negoció en contextos peores y siempre se lograron, con mayor o menor dificultad, acuerdos”, sostuvo.
Con relación a las restricciones para importar surgidas de la última adecuación aplicada a la demanda sostuvo que no afectó “la provisión de insumos industriales”, aunque admitió que la medida generó ansiedad en las empresas que ampliaron capacidad productiva.
Las propuestas sobre cómo seguir
El documento que la UIA aprobó ayer, y será entregado al Ejecutivo Nacional, las autoridades parlamentarias y los gobernadores (porque es federal y contempla propuestas regionales) apunta en principio a que la actividad industrial crezca un 27% para recuperar el máximo per cápita en los próximos años para crear 268.000 puestos para alcanzar el ratio de 30,1 puestos por cada mil habitantes.
Además, busca que las exportaciones industriales aumenten al menos en unos US$14.200 millones para retornar al máximo per cápita (US$950) que supieron mostrar y a que se creen 7400 empresas exportadoras “para alcanzar el máximo de 3,7 empresas cada 10.000 habitantes y brindar sostenibilidad a un proceso de crecimiento en materia de sector externo”.
En primer lugar propone cerrar la brecha entre los niveles alcanzados con la recuperación de 2021 y los máximos históricos alcanzados en años anteriores, es decir, “aprovechar el espacio que la industria aún tiene para continuar desarrollando todo su potencial”, tradujo Diego Coatz, director ejecutivo y economista jefe, a la vez, de la UIA.
En adelante, plantea la necesidad de generar un “esquema de incentivos a las inversiones industriales” y que se contemplen las nuevas realidades laborales incorporando “mecanismos laborales y fiscales para generar empleo formal “registrado y socialmente protegido”.
Además propugna “fortalecer la educación y formación profesional”, el desarrollo PyME y dinamismo empresarial mediante la conformación de verdaderas cadenas productivas y pide que exista una promoción de las exportaciones, entre otras cosas.
Fuente: La Nación