El Gobierno negocia con Bolivia una mayor provisión de gas

La empresa IEASA firmó una adenda para mantener el contrato actual, de 12 millones de metros cúbicos diarios, y negociará una mayor provisión. Le permitirá a la Argentina reducir las importaciones de este recurso. Sería el primer paso del “plan energético” anunciado por la portavoz Gabriela Cerruti.

Las negociaciones con Bolivia son claves para garantizar el abastecimiento de gas y recortar las importaciones de GNL necesarias para el invierno. El país vecino había tomado la decisión de reducir los envíos a la Argentina, ante el declino de su producción y un redireccionamiento del recurso hacia Brasil, país que está dispuesto a pagar 25 dólares por millón de BTU.

Con esta adenda, el Gobierno se garantiza 12 millones de metros cúbicos diarios y la posibilidad de negociar durante un mes una mayor cuota. El acuerdo original implicaba envíos diarios de 26 millones de metros cúbicos. El objetivo quedó lejos. Ahora, se buscará estar cerca de los 20 millones de metros cúbicos diarios, por lo cuales también se convalidaría un mayor precio, aunque mucho menos que el actual valor internacional.

Según indicaron a BAE Negocios desde la empresa estatal IEASA, responsable de las compras de gas, si se convalidase el mismo precio que abona Brasil –o un poco menos—, el Estado pagaría un 50 por ciento menos por el GNL que se está importando actualmente.

Este miércoles, IEASA licitó 8 barcos de gas donde convalidó un precio promedio de 40 dólares el millón de BTU. También hubo oferentes que solicitaron 80 dólares. Esto indica que en la actualidad se está pagando cinco veces más el que año pasado.

El total de barcos presupuestados para este año oscilan entre 50 y 60. La diferencia se explica por las dudas sobre el aprovisionamiento de Bolivia. De lograrse un acuerdo con el país vecino, deberían importarse menos barcos.

El posible escenario de cortes de gas a las industrias, que fue reconocido por dirigentes de la UIA y funcionarios del Gobierno nacional como José Ignacio De Mendiguren, presidente del BICE, no es por escasez global de este recurso sino por la dificultad que tiene la Argentina de conseguir los dólares para cubrir las importaciones.

De convalidarse estos valores internacionales, el Estado debería destinar casi USD6000 millones más que los previstos al comienzo del año, básicamente por la disparada del precio a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania. Esta cuenta pega de lleno en las metas de recortes de subsidios pactadas con el FMI, las cuales deberán recalibrarse.

Tal como indicó a este diario un funcionario del Banco Central, el primer waiver (perdón) ya fue arreglado con el organismo, en base a las mayores reservas que se necesitarán para cubrir las importaciones de gas.

Fuente: BAE Negocios

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