El off-shore argentino quiere ser la nueva perla del Atlántico

Pese al ‘verano caliente’ por las protestas en Mar del Plata, la exploración en el Mar Argentino representa una oportunidad

Después del verano caliente por las protestas en Mar del Plata contra la instalación de plataformas petroleras, la exploración y explotación off-shore de hidrocarburos volvió a ser noticia en las últimas semanas.

El mes pasado, el Gobierno prorrogó 10 años, hasta 2041, la concesión del bloque Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1), compartida por la alemana Wintershall Dea, la francesa TotalEnergies y Pan American Energy, el grupo que lidera la familia Bulgheroni. Son 260 pozos frente a Tierra del Fuego, que producen unos 20,6 millones de metros cúbicos diarios (m3/día) de gas natural, más del 16% de la extracción del fluido en el país. A cambio, las empresas se comprometieron a invertir u$s 700 millones a partir de mayo de 2031. El bloque CMA-1 está compuesto por los lotes Argo, Aries, Carina, Orión, Orión Norte, Orión Oeste, Vega-Pléyade y Fénix. Este último, aún por desarrollarse, es uno de los más prometedores en cuanto a su potencial de producción.

La segunda novedad fue a inicios del corriente mes. La Secretaría de Energía prorrogó por un año, hasta 2024, el permiso de exploración del bloque Cuenca Argentina Norte 102 (CAN 102) a YPF y la noruega Equinor. Abarca 8965 kilómetros cuadrados (km2), en el límite lateral marítimo con la República Oriental del Uruguay. El bloque está a unos 300 kilómetros de la costa, con aguas a una profundidad de 1200 a 4000 metros.

YPF y Equinor también están asociadas -en este caso, con Shell- en otras tres áreas, CAN-100, CAN-108 y CAN-114, frente a Mar del Plata. “Estos proyectos van a estar emplazados a 300 kilómetros de la costa y se van a ir a buscar objetivos en aguas profundas, con lo cual, se resguardan otras actividades comerciales que ya están desarrollándose en la zona, como el turismo y la pesca”, explican las operadoras.

“A esto, se suma que la actividad es ambientalmente sustentable, dada la elevada cantidad de recursos que se pueden obtener por pozo con relación a otro tipo de operaciones”, agregan. Aclaran que las empresas están cumpliendo con un “exigente” proceso de aprobación, para que el cuidado medioambiental sea prioritario. “Al proceso de Audiencia Pública, se suma uno participativo y abierto a la ciudadanía para que pueda conocer los planes y opinar sobre potenciales impactos. Este tipo de mecanismos son una novedad para la industria y permiten cumplir con los pactos internacionales a los que el país adhiere en materia ambiental”, agregan.

Los petroleros aseguran que la exploración en aguas profundas será una “bisagra energética”. “Sólo el desarrollo de un bloque off-shore puede generar ingresos públicos, entre regalías e impuestos, por u$s 32.900 millones. Si el proyecto es exitoso, y se escala el desarrollo a la Cuenca del Mar del Norte, los ingresos para el Estado se elevarían a u$s 98.700 millones”, describen ese potencial.

“Un yacimiento off-shore aporta una enorme masa de recursos: puede producir 10/15 millones de m3 de gas de un día al otro. Eso no pasa en Vaca Muerta”, ilustra un CEO. “Una plataforma en Tierra del Fuego extrae 10 millones de m3/día de gas. Harían falta 1000 pozos en Vaca Muerta para sacar esto”, subraya otro.

Las empresas también destacan el efecto multiplicador. Según el Centro de Estudios para la Producción (CEP), del Ministerio de Economía, por cada puesto directo se crean 5,1 indirectos. “Si un proyecto podría generar 22.000 puestos directos, el efecto total es de más de 100.000 empleos”, dimensionan. Resaltan otros dos puntos: el nivel salarial (alto en la industria petrolera) y el impacto sobre las proveedoras, en su mayoría, pymes.

“El país debe encarar con seriedad el debate que se está dando sobre el desarrollo de este tipo de recursos, sin caer en falsas dicotomías y temores infundados”, se lee en un documento que circuló por despachos de los ejecutivos del sector.

“La Argentina tiene una importante experiencia en el desarrollo de proyectos off-shore y más de 24 millones de m3/día del gas que se consume en el país proviene de las plataformas ubicadas en la zona de Magallanes”, señala.

En el sector, mencionan dos hechos recientes que abrieron una ventana única de oportunidad. Por un lado, la invasión de Rusia sobre Ucrania, que profundizó la escalada de los precios internacionales del crudo y el gas. Por otro, los recientes descubrimientos de Total y Shell en la cuenca de Orange, en Namibia, África. En el bloque Graff-1, la angloholandesa encontró crudo liviano y podría alcanzar los 1000 millones de barriles. El yacimiento Venus, de la francesa, podría albergar hasta 3000 millones.

“Constituyen un antecedente promisorio para la actividad exploratoria que se está planificando en el Mar Argentino. Ambas cuencas eran contiguas hace 120 millones de años”, subraya el documento. Está en línea con lo que los CEO locales de ambas empresas expresaron a fines de marzo, en la AOG 2022. “Si hay en Brasil y en África, no hay razón para que ese play no esté en la Argentina”, dijo Javier Rielo, director general de Cono Sur de TotalEnergies, quien incluyó en su análisis a la intensa actividad que, desde hace años, tienen Brasil y Guyana. “Si hay un play verdadero, tiene todo el potencial de ser otro Vaca Muerta”, aseguró Sean Rooney, CEO de Shell en el país.

Fuente: El Cronista Comercial

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