GASODUCTO VACA MUERTA Y BRASIL

Desde el gobierno nacional consideran que es clave la construcción de un nuevo sistema de gasoductos que vincule a Vaca Muerta con los grandes centros de consumo, con posibilidad de extender el trazado hasta Brasil. Sin embargo, las obras involucradas aún no han sido licitadas debido a que el financiamiento no está definido aún.

El conjunto de obras que conforman el proyecto del nuevo gasoducto a Vaca Muerta cuenta este año con un aporte presupuestario de unos 183 millones de dólares y de unos 487 millones de dólares para el año que viene. Sin embargo, ese cúmulo de fondos es insuficiente para la construcción de un plan que en su primera etapa demanda un total de 1.491 millones de dólares.

La primera etapa del plan integral que el gobierno bautizó como “Transport.Ar” incluye al gasoducto Néstor Kirchner, un nuevo ducto con capacidad para transportar 19 MMm3 que partiría desde el corazón de Vaca Muerta, en Tratayén, hasta la localidad bonaerense de Salliqueló. Esta línea tiene un costo estimado de 965 millones de dólares, pero requiere de otras obras:

  • Construcción ramal Mercedes – Cardales (135 millones de dólares).
  • Ampliación gasoducto central NEUBA (85 millones de dólares).
  • Construcción de tramos finales de dos líneas en la provincia de Buenos Aires para abastecer a centrales termoeléctricas (75 millones de dólares)
  • Repotenciación del gasoducto troncal Centro Oeste hacia La Mora con el fin de poder sumar exportaciones hacia Chile junto con el aprovisionamiento del mercado interno (231 millones de dólares)

 

El proyecto en cuestión cuenta con un plazo estimado de obra de 18 meses por lo que los tiempos resultan ser muy acotados si se quiere usar la línea en el invierno del 2023.

Entre las alternativas que se manejan se encuentra como primera alternativa la emisión de títulos con garantía del Estado por el dinero que resta para completar el presupuesto (800 millones de dólares). La idea del gobierno es que parte de esos títulos sean tomados por IEASA y otra parte por inversores privados (empresas hidrocarburíferas).

El segundo plan es generar una serie de modificaciones normativas para que los fondos del Impuesto a la Riqueza que se direccionó a IEASA e YPF puedan ser utilizados para la obra, ya que de momento solo puede ser utilizado para proyectos de producción de gas.

Paralelamente, y a pesar de que se baraja la posibilidad que el gobierno de China decida financiar las obras, el tercer plan contempla un sistema en el que se genere una suerte de financiamiento por la carga que tendrán las distribuidoras, y por la cual el gobierno terminaría subsidiando un porcentaje de ese costo. Esta alternativa observa en la actualidad como poco viable ya que dependería de la actualización de las tarifas y por un plazo mayor a los 10 años.

Adicionalmente, el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, anunció que hubo importantes avances para estudiar la financiación de un gasoducto que una el yacimiento de Vaca Muerta con el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Corrientes y Misiones.

El proyecto de un gasoducto hacia Brasil que tienda a proporcionar energía más barata al país vecino recibió un impulso en la reunión ministerial del viernes 15 de octubre en el Palacio de Itamaraty, ya que los brasileños están buscando alternativas menos costosas para abastecer a su mercado interno, dependiente de hidroeléctricas que están afectadas por las sequías de la Cuenca del Paraná.

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