Se creará un parque eólico de 200 MW con una inversión estipulada en aproximadamente 300 millones de dólares. El mismo se encontrará ubicado a unos 2,5 kilómetros del mar, donde IEASA cuenta con un terreno de unas 200 hectáreas.
El hidrógeno verde es aquel que se obtiene a partir de alguna fuente de energía renovable, como ser la energía solar o eólica. Este vector energético es de gran interés ya que puede servir como combustible, logrando almacenar energía de una manera más económica que, por ejemplo, los bancos de batería de litio.
Fraunhofer será quien desarrollará el proyecto técnico-económico. El informe elaborado por el reconocido instituto estará disponible a mediados del mes de diciembre. IEASA mientras tanto queda a la expectativa de los resultados de dicho informe ya que está muy interesado en conocer cuál es la tecnología más apropiada para realizar la electrólisis y así separar el hidrógeno del oxígeno.
El resultado de este estudio no solo dará a conocer la tecnología más apropiada para realizar la electrólisis, sino que también se publicarán los costos asociados y el modo más eficiente de adquirir el agua para realizar el proceso anteriormente mencionado. También el instituto le brindará a IEASA un asesoramiento integral del negocio.
La ex ENARSA por su parte también participará del análisis y evaluación, de manera tal que los integrantes adquirirán nuevos y valiosos conocimientos acerca de esta nueva tecnología.
El parque de 200 MW quedará totalmente excluido del Sistema Interconectado Argentino, ya que se piensa que utilizará el 100% de su capacidad desde el primer momento para la producción de hidrógeno.
El hidrógeno verde producido en una primera instancia podrá ser vendido al polo petroquímico de Bahía Blanca para luego extender el mercado según lo indiquen los resultados del estudio realizado por Fraunhofer.
La idea no solo es producir hidrógeno, sino que también se podrá obtener amoníaco verde, ya que el mismo es un insumo muy preciado en el mercado japonés y europeo.
Según Agustín Gerez, actual presidente de IEASA, el proyecto tiene varios objetivos: el primero de ellos, sin dudas, es que sea utilizado como una herramienta para dar cumplimiento al Acuerdo de Paris.
Otros de los objetivos que se intentaría alcanzar es ir posicionando a la Argentina como país exportador de energía renovables. Argentina es muy competitiva en este aspecto y si todo marcha correctamente se pensaría en un nuevo polo exportador.
De esta manera, nuestro país está dando los primeros pasos en un mercado que parece ser muy prometedor, en donde los beneficios por la realización del proyecto parecen ser muy diversos y necesarios. Por un lado, el aprendizaje de una nueva tecnología que sin duda llegó para quedarse y que, si bien al principio puede no llegar a ser competitiva, con el tiempo lo será y podremos llegar a quedar muy bien posicionado a nivel global. Sin dudas también nos servirá para situarnos ante el mundo como un país proactivo frente al cambio climático. Por último, el desarrollo de un nuevo polo exportador de hidrógeno y/o amoníaco verde le permitirá tener al país una entrada de capitales, algo que sin duda en la actualidad es muy necesario.
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