En el contexto del cambio climático, Argentina busca contribuir a la solución de los problemas ambientales que amenazan al mundo mediante la implementación de un plan de transición energética. En este sentido, el 1º de noviembre de 2021, la Secretaría de Energía (SE) aprobó las Directrices mediante la Resolución Nº1036/2021, que consiste en un documento destinado a analizar la situación actual en Argentina en materia de transición energética y establecer objetivos y estándares para los mismos.
El documento está divido en 6 secciones, las cuales consignan lo siguiente:
A continuación, se realiza un resumen de las secciones relevantes y sobre el papel que juegan los proyectos de hidrocarburos en el plan de Transición energética argentina.
Según la tercera sección, la actual matriz energética nacional está fuertemente dominada por hidrocarburos, que representan el 85%, liderados por el gas natural, y seguidos por petróleo crudo y una pequeña parte de carbón. Entre las fuentes de energías limpias, la energía hidroeléctrica representa el 3,7%, la energía nuclear el 3,9% y las renovables no convencionales el 1,5% (principalmente energía eólica). Entre los biocombustibles líquidos, los aceites vegetales tienen una participación del 1,5% y los alcoholes vegetales una participación del 0,6%.
La demanda eléctrica nacional está cubierta en un 61% por Generación térmica. El principal combustible utilizado es el gas natural y, en mucha menor medida, otros combustibles líquidos y sólidos (diesel, fuel oil y carbón). Las energías limpias cubren en conjunto un 39% de la demanda eléctrica nacional, liderada por la energía hidroeléctrica, seguido de las energías renovables no convencionales y la energía nuclear.
Entre las energías renovables no convencionales, la eólica es la más predominante, cubriendo el 74% del subtotal de la demanda de electricidad, seguida de solar (11%), hidráulica (10%), biomasa (3%) y biogás (2%), según la información proporcionada por CAMMESA.
El documento enfatiza el papel que juegan los hidrocarburos en el mix energético argentino y en su trayectoria récord en Argentina desde hace mucho tiempo en las distintas etapas de la cadena comercialización: upstream, midstream y downstream; actividades ejercidas principalmente a través de YPF SA
Los Lineamientos enfatizan que la “gasificación” del mix energético nacional proporciona beneficios ambientales y distingue a Argentina de otros países cuyas matrices energéticas dependen más del carbón para generación de energía eléctrica.
Como bién es sabido, las actividades del upstream se desarrollan actualmente en cinco cuencas productoras: Noroeste, Cuyana, Neuquina, Golfo de San Jorge y Austral / Magallanes. Actualmente se reconoce un gran desarrollo de la industria en la zona on-shore como off-shore y es de resaltar la importancia de exportar petróleo crudo y gas natural como fuente de divisas, necesarias para el proceso de transición hacia una matriz energética más limpia.
Los Lineamientos consideran el sector de hidrocarburos, especialmente en términos de desarrollo de gas natural, como una fuente de energía primaria en el país. Argentina ocupa el segundo lugar en el mundo en términos de recursos de gas de esquisto técnicamente recuperables y cuarto en términos de petróleo de esquisto. También enfatizan que la explotación de tales hidrocarburos permitió reemplazar parte del declive natural de los reservorios convencionales y, por ende, sustituir importaciones de GNL y combustibles líquidos.
También se hace mención a que Argentina ha sido un pionero en la región en materia nuclear e hidroeléctrica, en proceso de desarrollo en tales sectores, y que está creciendo en el sector de las energías renovables debido a la abundancia de tales fuentes de energía y los diferentes programas que el gobierno nacional ha implementado.
De acuerdo con los Lineamientos, dado que la matriz energética en Argentina es un vector central de la economía argentina, el desarrollo, la política económica y la política energética deben tener un enfoque conjunto y articulado.
Como resultado, la sección cuarta del documento establece seis objetivos de política para la transición energética, que consideran objetivos de política económica establecidos por el Ministerio de Economía, a saber:
Para lograr los objetivos antes mencionados, las líneas de acción establecidos por los Lineamientos son 10, a saber:
Los escenarios presentados en la quinta sección se desarrollaron analizando la demanda, la inversión y los precios. Los escenarios surgen de la combinación de demandas y políticas de oferta.
En términos de oferta, se consideran dos escenarios posibles. El primero implica mayores requisitos de petróleo crudo y gas natural, con una participación del 20% de la generación de energía renovable en la matriz electricidad para 2030 (REN 20). El segundo escenario asume un mayor requerimiento de gas natural y relativamente menor requerimientos de petróleo, con una mayor participación de energías renovables en generación eléctrica que alcanza el 30% (REN 30).
Los dos escenarios mencionados fueron elaborados bajo ciertas supuestos, entre otros, el crecimiento de (i) la demanda para la electricidad, el gas natural y los combustibles, (ii) la producción de gas y petróleo para abastecimiento local, y (iii) la participación de generación de electricidad a partir de fuentes térmicas.
Para el período 2022-2030, el crecimiento anual del consumo de electricidad se estima en un 2,4%, alcanzando los 168 TWh en el escenario actual, cuyo incremento podría reducirse a 155 TWh si se aplican diversas medidas de eficiencia energética, según los resultados obtenidos para el escenario eficiente (permitiendo ahorros de hasta 13 TWh).
En cuanto al consumo de gas natural para el período 2022-2030, se espera que aumente un 2,7% anual en el escenario actual y en un 3,6% en un escenario ambicioso, la diferencia se explica por la mayor proporción de uso de de gas en el sector del transporte. Por lo tanto, el gas distribuido final en 2030 alcanzaría los 113 y 103 millones metros cúbicos por día en los escenarios ambiciosos y actuales, respectivamente. Estos valores podrían reducirse a 104 y93 millones de metros cúbicos por día respectivamente después de aplicar políticas de eficiencia en el consumo, lo que representaría un ahorro de aproximadamente 9 MMm3/d.
En el caso del consumo de gas natural vehicular, un aumento de 6,7 MMm3/d en 2019 a 21 MMm3/d en 2030 es estimado en el escenairo ambicioso, alcanzando un 20% de participación de la demanda total.
Se espera que haya cambios en los tipos de combustibles que impulsan la movilidad en alternativas menos contaminantes al uso de combustibles líquidos fósiles. Además, se estima que la mayor disponibilidad de gas natural en Argentina impulse un mayor uso de vehículos a GNC, así como GNL en vehículos pesados.
Se espera que la demanda de combustible en el sector aumente en un 29% entre 2019 y 2030 a 512 mil barriles de petróleo equivalente por día en el escenario de política activa y 502 mil barriles equivalentes de petróleo por día en el escenario de política existente. El consumo total difiere levemente entre ellos debido a las diferencias de eficiencia entre las distintas tecnologías.
La expansión del sistema eléctrico debe basarse en tecnologías bajas en carbono, revirtiendo el predominio de combustibles fósiles en la generación de electricidad.
Con base en esta premisa, se consideran dos escenarios de suministro:
En ambos escenarios, la prevalencia en la incorporación de las energías limpias de bajas emisiones es casi absoluta. Del total potencia incorporada al 2030, el escenario que llega al 30% de energías renovables incorporan un 96% de energía limpia, mientras que REN 20 incorpora un 95% de energía limpia.
En el escenario de política activa, se espera una mayor demanda de gas natural, aumentando la producción nacional en 10 MMm3/día. En el escenario de política existente, se espera una mayor cantidad de combustible, lo que se traduce en una mayor producción de petróleo, lo que también genera mayores saldos exportables.
Los resultados estimados para el escenario REN 20 con respecto a las emisiones son las siguientes:
Por el contrario, los resultados para el escenario REN 30 son:
De acuerdo con los Lineamientos, con el fin de resolver el déficit en infraestructura de transporte, la Secretaría de Energía ha diseñado el Plan TransportAR, que tiene como finalidad principal abastecer gas natural a grandes centros de consumo y excedentes de exportación gas natural doméstico a países vecinos.
En su primera etapa, que se ejecutará del 2021 al 2023, el plan mencionado prevé inversiones en gasoductos de unos US$ 3.371 millones, que incluye la construcción de nuevos gasoductos y la ampliación y refuerzo de los existentes
Por último, la segunda etapa incluirá los trabajos de terminación en la reversión del Gasoducto Norte, ampliación de la capacidad de transporte del gasoducto San Martín, consolidación del gasoducto La Mora – Tio Pujio, y etapa II del gasoducto GNEA Mesopotamia, en las provincias de Corrientes y Misiones.
También se estima que para el 2030, la tercera etapa del plan TransportAR se complete con inversiones estimadas de alrededor USD 110.000 millones.
En conformidad con la sección sexta, la SE concluye que, sobre la base de la abundancia de renovables y los recursos energéticos de hidrocarburos y las capacidades productivas de la economía argentina, los Lineamientos describen el escenario y establecen la visión estratégica para enfrentar el proceso de transición energética desde una perspectiva nacional.
Así, es evidente que, a partir del análisis de los Lineamientos, el sector de hidrocarburos juega y seguirá jugando un papel fundamental en el proceso de transición energética de nuestro país, y es un elemento esencial de la actual matriz energética.
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